Líderes locales resisten el impulso del presidente de México para reabrir

Líderes locales resisten el impulso del presidente de México para reabrir

Ciudad de México (AP) — Los gobiernos locales de todo México rechazaron el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador para reabrir la economía en unos 300 municipios que no tienen casos activos de coronavirus, y los líderes dijeron que preferían esperar hasta junio antes de reanudar las actividades normales. 

México, que ha reportado casi 50,000 casos en total y unas 5,000 muertes, ha visto un fuerte aumento en nuevas infecciones. Los médicos de primera línea temen que una reapertura prematura pueda conducir a una segunda ola de infecciones, un escenario que se desarrolló recientemente en Chile y Guatemala, donde los gobiernos tuvieron que revertir los planes de reapertura.

Pero López Obrador ha estado presionando para reactivar la economía. Además de abrir comunidades libres de virus, sus asesores han dicho que las industrias de la minería, la construcción y la automotriz podrían reanudar las operaciones el lunes.

El bloqueo del país, que comenzó en marzo, se mantendrá en su lugar, pero se permitirá a esas industrias volver a la producción porque el principal órgano asesor de México sobre la pandemia, el Consejo General de Salud, decidió clasificarlas como “actividades esenciales”.

“Hoy la actividad social productiva ya comenzó a abrirse donde se acordó, y pueden comenzar las clases”, dijo López Obrador. “Estamos hablando de unos 300 municipios donde no hay infecciones”.

Una planta de General Motors en el estado central de Guanajuato dijo a los trabajadores que un turno volvería a operar el lunes. Los trabajadores deben usar máscaras y anteojos en todo momento y estar bien afeitados.

Pero en la mayoría de las áreas aprobadas, las palabras del presidente no dieron lugar a ningún cambio.

En el estado sureño de Oaxaca, que tiene más de 200 de sus municipios libres de infecciones, el gobernador Alejandro Murat dijo en un video el domingo que luego de consultas con otras comunidades, los funcionarios decidieron esperar hasta el 1 de junio para comenzar a evaluar si se reanudaría la economía.

Murat dijo que los estudiantes no regresarían a clases el lunes, incluso en comunidades sin casos confirmados del virus.

La mayoría de esas comunidades se concentran en el norte montañoso del estado. Aislados naturalmente con pocos recursos, se organizaron temprano contra la pandemia.

Miriam Pascual, una defensora de los derechos humanos en una organización no gubernamental llamada Yureni, dijo el lunes que la decisión de Murat mostró que la estrategia de las comunidades indígenas para combatir el virus funcionó. Muchos de ellos se encerraron, no solo a los extraños, sino también a sus propios residentes que estaban lejos en ese momento. Impusieron toques de queda, y la policía evitó que la gente se reuniera y se aseguró de que usaran máscaras.

“Las medidas que parecen extremas en la ciudad se toman aquí porque las circunstancias aquí también son extremas”, dijo Pascual desde el área. “No hay médicos. Para llegar a un hospital básico puede ser de cinco horas en camino de tierra. Y son comunidades sin teléfonos, sin internet, altamente marginadas y discriminadas”.

Las comunidades se protegieron a sí mismas debido a una campaña de información temprana que explicaba el virus y sus peligros.