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Existe una edad mínima para operarse de miopía?

“La edad mínima para una operación de miopía, o de cualquier problema refractivo, es de 18 años” dijo Dra. Hanni Hagen

¿Existe una edad máxima para operarse de miopía?

El rango de edad de las personas en las que se utiliza este tipo de técnica abarca desde los 18 años hasta los 45-50. Antes de esa edad, el defecto refractivo (mioía, hipermetropía y/o astigmatismo) no suele estar estabilizado, por tanto, los especialistas consideran que no se debe operar. A partir de los 45-50 años aparece un elemento nuevo que es la presbicia o vista cansada. En ese momento, corresponde al paciente decidir si quiere corregir solo su defecto refractivo, o si también quiere añadir la corrección de la presbicia.

Por lo tanto, no existe una edad óptima para realizarse la cirugía refractiva para decir adiós a las gafas y lentillas, sino que todo dependerá de las características específicas de los pacientes y de su problema refractivo.

En realidad, la edad es una cuestión secundaria para una operación de miopía. Lo verdaderamente importante es que la miopía (y el astigmatismo, si este también existe) lleve al menos un año estabilizada, es decir, que el número de dioptrías no haya crecido. Por lo general, en cuanto el crecimiento del organismo se detiene, al estar el ojo ya totalmente desarrollado, la miopía y otros defectos refractivos, como la hipermetropía o el astigmatismo (que a veces van asociados) dejan de crecer, estabilizándose definitivamente.

Cómo saber si soy candidato a una operación de miopía

En la práctica, la mayoría de personas son candidatas a operarse de miopía, ya sea utilizando una técnica láser con el fin de modificar la curvatura de la córnea o mediante el implante de lentes intraoculares. Ambas operaciones tienen en común el ser muy efectivas a la hora de solucionar defectos refractivos sin tener que llevar ni gafas ni lentes de contacto.

En cuanto a los condicionantes o requisitos básicos para poder operarse de la vista, ya sea con láser o lente intraocular, son básicamente los siguientes:

Tener una graduación (número de dioptrías) estable desde hace al menos un año, lo que suele ocurrir sobre los 18 años.

No padecer otras patologías visuales importantes al margen del problema refractivo.

Las técnicas láser no suelen ser aconsejables para:

Pacientes con cicatrices o heridas importantes en la córnea.

Personas con infecciones por herpes, blefaritis o inflamación de los párpados.

Los miopes con las córneas muy finas no suelen ser candidatos para operarse con Lasik, aunque sí suelen poder optar por la aplicación de otra técnica láser para corregir las dioptrías ( técnicas de superficie: PRK/Lasek).

Miopías demasiado elevadas (habitualmente superiores a 12 dioptrías).

La alternativa de la lente intraocular

Para aquellas personas que no son candidatas a intervenirse con alguna de las técnicas con las que se aplica el láser, ya sea por tener muchas dioptrías, una córnea muy fina o alguna otra circunstancia que lo desaconseja, existe la alternativa de implantarse un lente. Este es un método también muy seguro y cómodo para el paciente que da excelentes resultados.

En cualquier caso, ha de ser siempre un oftalmólogo especializado en cirugía refractiva quien tenga la última palabra a la hora de determinar quién es o no un óptimo candidato para la operación de miopía u otro problema de la vista y si es mejor una cirugía láser o el implante de una lente intraocular.

Para ello, deberá realizarse algunas pruebas en una primera consulta, siendo la más comunes:

Un examen de la refracción ocular.Una topografia corneal

Una paquimetría corneal.

Todas estas exploraciones, que pueden precisar ser complementadas con otras en algunos casos, además de responder con seguridad a la pregunta de quién es o no apto para operarse de la vista, también son imprescindibles para decidir cuál es la técnica más adecuada y segura en cada caso.

Para mayor información visite

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