Rompiendo el silencio: suicidio y adicción

Por Melissa Rios, LADC-MH

Suicidio. Es un tema del que a nadie le gusta hablar. Sin embargo, el suicidio es una realidad, especialmente para aquellos que luchan con la adicción y las enfermedades mentales. Los datos muestran que el suicidio es la décima causa principal de muerte en los Estados Unidos, lo que significa que aproximadamente 44,965 estadounidenses mueren por suicidio cada año. ¿por qué? ¿Quiénes son estos individuos? ¿Cómo podemos evitar que esto ocurra?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que cada circunstancia de suicidio es diferente. Muchas veces, hay numerosos factores que contribuyen en lugar de sólo una causa. Las estadísticas muestran a los que mueren por suicidio, más del 90 por ciento tienen un trastorno de uso mental o de sustancias diagnosticable (SUD). Las personas que hacen mal uso de alcohol o drogas intentan suicidarse casi seis veces con la misma frecuencia que las personas que no abusan de las sustancias. El alcohol y otras drogas causan la pérdida de inhibición, escalar el comportamiento impulsivo y con el tiempo, conducir a variaciones en la química del cerebro. El consumo de alcohol y otras drogas puede ser perjudicial para las relaciones, lo que a su vez resulta en la pérdida de conexiones sociales y alienación o aislamiento.

Hay muchas señales de advertencia de pensamiento suicida. Como clínico, miro hacia fuera hacia tres indicadores: el habla, el comportamiento y el estado de ánimo. Si un individuo comienza a hablar de ser una carga para los demás, sentirse atrapado o sentirse como si no tuvieran razón para vivir, entonces estos son signos de advertencia de comunicación. Es importante tener en cuenta que este discurso puede no ser tan contundente o claro como pensamos. Cada vez que no está seguro de lo que un individuo está diciendo o significado, simplemente pregunte. Los comportamientos a tener en cuenta pueden incluir retirarse de las actividades, aislar a los amigos y familiares, despedirse de las personas o regalar posesiones preciadas. Signos de advertencia de estado de ánimo incluyen pérdida de interés, depresión, rabia, irritabilidad o ansiedad.

Tres factores de pensamiento suicida

Se deben determinar y examinar tres factores en relación con la idea suicida, entre estos factores de salud, factores ambientales y factores históricos.

1. salud

Los factores de salud que deben inspeccionarse incluyen trastornos de salud mental, trastornos del consumo de sustancias y afecciones graves o crónicas del dolor.

2. medio ambiente

Los factores ambientales incluyen cosas como eventos estresantes de la vida como el divorcio, la pérdida de trabajo o la muerte. Otro factor ambiental es la exposición al suicidio de otra persona. Este aspecto a menudo se pasa por alto porque la gente frecuentemente piensa que si alguien ha experimentado el dolor de perder a un ser querido al suicidio, entonces nunca se suicidaría.

Los estresores prolongados también se incorporan a factores ambientales, como el acoso, los problemas de relación y el desempleo. Por último, pero no menos importante, debemos determinar si el entorno de alguien les permite acceder a medios letales como las armas de fuego.

3. histórico

Los factores históricos simplemente incluyen dos piezas importantes: anteriores intentos de suicidio y antecedentes familiares de intentos de suicidio. ¿El suicidio es genético? No. El suicidio en sí mismo no es genético, pero los estudios demuestran que la depresión es genética. Las personas que tienen parientes de primer grado (por ejemplo, un padre o hermano) a quienes se les diagnostica depresión parecen tener el doble de riesgo de padecer depresión que las personas que no lo hacen.

Próximos pasos

¿Y ahora qué? Ser consciente de las señales de advertencia, los factores y la información que contribuye a la idea suicida es sólo el primer paso. ¿Qué pueden hacer los individuos para ayudar a evitar que alguien tome la decisión permanente de tomar su propia vida? Lo más importante que puedes hacer es hablar con la persona y hacer preguntas. Las barreras para prevenir el suicidio a veces pueden ser tan simples como no hacer la pregunta o no estar dispuestos a entablar conversación con alguien que está luchando. Por muy difícil que sea, debemos salir y preguntar: "¿Estás pensando o planeando suicidarte?"

Al llegar al punto y ser muy claros en nuestras preguntas, podemos lograr el primer paso en el intento de ayudar a alguien definiendo lo que se enfrentan y no asumiendo o quedando con la incertidumbre. La próxima vez que se enfrenta a alguien desesperado, esté dispuesto a hacer la pregunta difícil. Puede ayudar a salvar la vida de alguien.

Si usted o alguien que conoce está teniendo pensamientos suicidas, por favor no espere otro momento para llamar a la línea nacional de suicidio en 800.273.8255. Todos podemos ayudar a prevenir el suicidio. El Lifeline proporciona 24/7, apoyo gratuito y confidencial para las personas en apuros, prevención y recursos de crisis para usted o su ser querido.

Para obtener más información sobre la adicción, el tratamiento y la recuperación, visite valleyhope.org o para obtener ayuda 24/7 llamada (800) 544-5101.

Acerca de Melissa Rios: MElissa Rios, LADC-MH es un director de programa ambulatorio con licencia dual con Valley Hope.